¿Sientes que estás viviendo situaciones incómodas y dolorosas, como
enfermedades crónicas, la relación con el dinero no fluye, las
relaciones de pareja son un desastre, o simplemente quieres encontrar
una pareja y nada más no llega la indicada?
Has estado en terapia mucho tiempo y no encuentras respuestas?
Has recibido miles de tratamientos médicos y tus achaques no ceden?
Sigues atorada(o) en la misma dinámica y no puedes avanzar?
Es muy probable que estés implicado con algún ancestro excluido de tu
sistema familiar o estés peleada(o) con tu origen.
La relación con nuestros padres biológicos o como hayamos percibido o
recibido su amor o su falta de amor, tiene muchísimo peso en como nos
relacionamos con la vida.Tal vez nos hayan abandonado o no nos hayan
reconocido, tal vez nos hayan maltratado o nunca fuimos deseados, tal
vez la relación con ellos o con alguno de ellos haya sido o siga
siendo muy difícil y dolorosa, tal vez siempre hayan estado ausentes.
Pero el Poder asentir nuestro origen es decir, lograr estar en paz con
los padres que nos tocaron, salir del reproche y el reclamo con lo que
no fue o seguimos esperando que sea, nos Libera y nos da la Fuerza
para seguir adelante en nuestra vida.
Muchas de las situaciones y problemas que nos afectan, provienen de
nuestra historia y relación familiar. Inconscientemente repetimos
problemas no resueltos de nuestros ancestros, estos se repiten de
generación en generación en la red familiar. Por ello no entendemos
muchas de las situaciones que nos tocan vivir.
Estos
problemas se hacen conscientes y se pueden sanar por medio de una
Configuración Fluvial. Podemos obtener la fuerza y orientación para no
repetir los errores de los ancestros; cuando los miramos, los
reconocemos, y los integramos con respeto. Esta técnica de sanación
interior, nos permite identificar bloqueos que afectan nuestra vida;
honrando, comprendiendo y redescubriendo conscientemente las
situaciones que vivieron los miembros de nuestra familia. Nuestra vida
puede dar un cambio sorprendentemente positivo.
Desde la física cuántica y a través de figuras que ayudan a
representar a los miembros del sistema familiar en un Campo de Energía
mayor (el elemento agua) la energía sanadora y las fuerza ancestral se
potencian. Para representar a los miembros de la familia, se utilizan
muñecos de goma espuma con figura humana, los cuales se introducen en
el agua.
Gracias al agua podemos movernos a través del tiempo y el espacio.
Este elemento nos permite conectar con líneas generacionales, y
trabajar a distancia, ya que este elemento es ilimitado y posee un
gran campo de energía. El agua posee la memoria la memoria antigua,
nos da acceso a la información del Sistema Familiar, brinda la
sanación desde el amor mas puro.
Nuestro planeta está cubierto por una capa de agua que abarca el 70%
de su superficie. Además la ciencia afirma que el agua es el principal
componente de nuestro cuerpo, que posee aproximadamente un 60% de este
elemento en la edad adulta. La científica Dra. Esther del Río,
reconocida como Mujer del Año por la Universidad de Cambridge,
sustenta como el agua en nuestro cuerpo se convierte en H2O-37, lo
cual genera unidades de memoria que transmiten información, por lo
cual cada órgano y célula tienen memoria propia.. Este elemento se
encarga de liderar la Constelación, ya que contiene la información de
nuestros ancestros y de nosotros mismos.
Mi trabajo con las Configuraciones Fluviales, está basado en las
Constelaciones Fluviales® creadas por el venezolano Juan Carlos Arias
Quintanta, quien se inspiró en la terapia familiar sistémica del
Maestro Bert Hellinger. Es un trabajo en donde las reparaciones están
guiadas por energías lumínicas de la sabiduría de los antiguos
Maestros Esenios.
Relajación profunda como casi nunca antes se ha experimentado.
Muchas personas se duermen durante la sesión.
El segundo síntoma suele ser una sensación de paz y claridad mental, muy poco común para la mayoría de las personas.
Mayor seguridad y confianza en ti mismo, mayor creatividad, más soltura y alegría a la hora de relacionarte,